1 Aora pues da bozes, ſi aurá quien te respõda: yſi auráalguno de los sanctos à quien mires.
2 Es cierto que àl loco la yra lo mata:y al cobdicioso consume la inuidia.
3 Yo he viſto àl loco que echaua rayzes, y en la misma hora maldixe ſu habitacion.
4 Sus hijos serán lexos de la salud, y en la puerta ſeran quebrãtados, y noauráquiẽ los libre.
5 Hambrientos comerán ſu segada, y la sacarán de entre las espinas: y sediẽtos beuerán ſu hazienda.
6 Porquela pena no sale del poluo, ni el castigo reuerdece de la tierra.
7 Antes como las centellas ſe leuantã para bolarpor el ayre,anſi el hombre nace para la aflicion.
8 ¶ Ciertamente yo buscaria à Dios, y depositaria en elmis negocios.
9 Elqual haze grãdes coſas,que no ay quien las comprehenda: y marauillas que notienencuento.
10 Que da la lluuia ſobre la haz de la tierra, y embia las aguas ſobre las hazes de las plaças.
11 Que pone los humildes en altura, y los enlutados ſon leuantados à salud.
12 Que frustra los pensamientos de los astutos, paraque ſus manos no hagan nada.
13 Que prende à los ſabios en ſu astucia, y el consejo de los peruersos es entontecido.
14 De dia ſe topan con tinieblas, y en mi tad del dia andan atiento, como en noche.
15 Y libra del espada àl pobre, de la bocade los impios, y de la mano violenta.
16 Que es eſperança àl menesteroso, y la iniquidad cerró ſu boca.
17 ¶ Heaqui,que bienauenturado es el hombre à quien Dios castiga: portanto no menosprecies la correccion del Todo Poderoso.
18 Porque el es el que haze la plaga, yel que laligará: el hiere, y ſus manos curan.
19 En feys tribulaciones te librará, y en la septima no te tocará el mal.
20 En la hambre te redimirá de la muerte, y en la guerra de las manos del cuchillo.
21 Del açote de la lẽgua serás encubierto: ni temerás de la destruycion, quando viniere.
22 De la destruycion y de lahambre te reyrás, y no temerás de las beſtias del cam po.
23 Y aun con las piedras del campo tendrás tu concierto, y las beſtias del campo te serán pacificas.
24 Y sabrás queaypaz en tu tienda: y visitarás tu morada, y no peccarás.
25 Y entenderás que tu ſimienteesmucha: y tus pimpollos, como la yerua de la tierra.
26 Y vendrás en la vejez à la ſepultura, como el montonde trigoque ſe coge à ſu tiempo.
27 Heaqui loque auemos inquirido, loqual es anſi: oye lo, y tu sabe parati.