EL ECCLESIASTICO. 51

1 Confeſſartehé ò Señor Rey, y alabartehe por mi Dios y Saluador: yo confeſſ ré tu nombre.

2 Que has sido mi defensor y ayudador, guardando mi cuerpo de perdicion.

3 Y me has librado del lazo de la lengua calũniadora, de los labios de los que obran mẽtira, [y en preſencia de los que estuuieron en contra, te heziste mi defensor.]

4 Redemisteme ſegun la multitud de tu misericordia, de los bramadores que eſtauan aparejados para comerme.

5 Y de mano de los que buscauan mi vida, y de muchas tribulaciones que he paſſado.

6 Del fuego que me ahogaua de todas partes, del medio de la flama, paraque no me quemaſſe en medio del.

7 Del profundo del viẽtre del infierno, de la lengua immunda: de la falsa deposicion acerca del rey, y de la calunia de la lengua injusta.

8 Mi anima auia ya llegado haſta la muerte,

9 Y mi vida ſea ia acercado muy junto àl infierno abaxo.

10 De todas partes me teniã asido, y no auia quien me ayudaſſe: miraua por alguna ayuda de hombres, mas ninguna auia.

11 Entonces me acordé, òSeñor, de tu misericordia, y de eſta tu obra tan antigua.

12 Porque tu libras à los que te eſperan, y de manos de las gentes los defiendes.

13 Y anſi leuanté desde la tierra mi supplicacion, y oré para ſer librado de la muerte.

14 Y inuoqué àl Señor Padrede mi Señor, que no me dexaſſe en el tiempo de mi aflicion, desamparado en el tiempo de los soberuios.

15 Tu nombre loaré continamente, y lo alabaré con confeſſion: porquanto mi oracion fué oyda.

16 Y me guardaste de la perdicion, y me libraste del tiempo angustioso.

17 Portanto yo te confeſſaré, y te alabaré, y bendeziré ò Señor, tu nombre.

18 ¶ Siendo aun mancebo antes que erraſſe, busqué claramente con mi oracion la Sabiduria.

19 Esta demandaua delante del Templo, y haſta la fin la yré buscando como à razimo maduro de vuas, cubierto de flor.

20 Mi coraçon tomó en ella alegria, mi pie caminó por camino derecho: desde mi mocedad la segui de rastro.

21 Inclinê vn poco mi oreja, y recebila: y adquiri mucha ſabiduria.

22 Auiendo aprouechado en ella, al que me dió ſabiduria yo le daré gloria.

23 Porque yo me determiné de la poner en obra, y seguir lo bueno, y anſi no seré auergonçado.

24 Mi anima luchó consigo misma, y cõ diligencia hize inquisicion en mis obras.

25 Leuanté mis manos en alto, y con la Sabiduria lloró mi anima, y reconoci mis ignorancias.

26 Enderecé à ella mi anima, y en limpieza la he hallado.

27 Iuntamente con ella alcancé seso desde el principio: portanto no seré desamparadò.

28 Y mis entrañas fueron conmouidas buscandola: portanto hé alcançado buena poſſeſsion.

29 El Señor me dió lengua por mi salario, y con ella lo alabaré.

30 Allegaos à mi los que soys ignorantes, y conuersad en la caſa de enseñamiẽto.

31 Porque os deteneys, ò que dezis acerca de eſto, pues que vuestras animas tienen gran sed?

32 Y yo abri mi boca, y he hablado:cõ prad ſin dineros.

33 Someted àl yugo vuestra ceruiz, y reciba vuestra anima la disciplina: porque hallarla eſtá en la mano.

34 Ved con vuestros ojos como con vn poco que yo he trabajado, he adquirido gran repoſo.

35 Tomad la disciplinacon grande numero de dinero: porque con ella adquirireys mucho oro.

36 Vuestra anima tome alegria en ſu benignidad, y no os auergonceys de alabarla.

37 Hazed vuestra obra con tiempo, y el os dará el galardon à ſu tiempo.

PREFACION DEL PRIMER TRADVTOR DEL LIBRO.

Mvchas y grandes coſas hansido enseñadas anſi por la Ley y por los prophetas, como por los que deſpues vinieron, (a cauſa de las quales con razon ſe deue dar àl Pueblo de Israella summa de la alab ança açerca de la Doctrina y Sabiduria) de donde los lectores no solo ſe podrán hazer doctos y ſabios (à ſi mismos,) mas aun ſiendo bien estudio sos deellas, podran alcançar facultad para aprouechar tãbien à los estraños anſi por palabra como por escrip tura. Del numero de aquestos fué Iesus mi abuelo, dandoſe mucho à la lecion de la Ley y de los Prophetas, y de los otros libros que de los Padres fueron dados: y adquiriendo (de la lecion) deellos grande habilidad, para poder tambien el escreuir algo de loque à la Sabiduria y doctrina toca: paraque los estudiosos, y los que ſon dados à estas coſas con eſta manera de biuir y de conuersar aprouechaſſen mas en (el estudio de) la Ley. Auiso os pues y amonestoos, que leays estas coſas con beneuolencia y attencion: y nos perdoneys, ſi en algunas palabras de las que auemos trabajado de interpretar, no ouieremos alcançado del todo la fuerça deellas. Porque las mismas palabras dichas en la lengua Hebrayca no tienen la misma fuerça quando ſon trasladadas en otra lengua. Y no solamente estas (es asaber, las de aqueste libro) mas aun las demas, y aun la misma Ley, no tienen pequeña dissimilitud y differencia, quando en la propria lengua, ſon pronunciadas. Viniendo yo en Egypto en el año treynta y ocho del Rey Ptolomeo Euergetes, y auier?? vestado allà vn poco de tiempo, hallé vn exemplar de no pequeña erudicion: y pareciendome ſer muy neceſſario, puse algun estudio, diligencia, y trabajo en el, para trasladar eſte libro en otra lengua. Porque cierto en eſte espacio de tiempo paſſé hartas vigilias, y puse harto estudio porque ſalieſſe el libro acabado, paraque los que en el destierro dessean apprender, paſſen ſu vida conformando ſus costumbres con la (diuina) Ley.

FIN DE LA SABIDVRIA DE IESUS hijo de Sirach.

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